Agroquímicos: La cadena de ocultamientos, falacias y deformaciones referidas al Informe FAO/OMS-2004
El informe FAO/OMS no es científico; la mayoría de los resúmenes y las evaluaciones se basan en trabajos no publicados de propiedad privada. El Comité de Expertos no representa las diferentes escuelas de pensamiento ni tiene representación territorial. El comunicado de prensa corporativo CASAFE-CIAFA no es serio porque engaña al señalar los daños que supuestamente no hacen los pesticidas y ocultar los que sí generan.
El discurso sojero transgénico
Hoy hay dos sistemas agroalimentarios en pugna:
- Por un lado, el sistema de monocultivo extensivo con agroquímicos, del cual el sistema transgénico es sólo el último eslabón.
- Por el otro, el sistema que integra la agricultura familiar, la vía campesina y los diferentes sistemas agroecológicos, que tiene emprendimientos que se sostienen a pesar de los ataques sistemáticos que padecen, y está en permanente conformación, articulación y crecimiento.
El objetivo de estos escritos es mostrar las mentiras, los engaños, los ocultamientos y las tergiversaciones del discurso de los que promueven y/o se benefician con el sistema de monocultivo extensivo con agroquímicos, incluido el transgénico, que sólo para abreviar es denominado aquí “discurso sojero transgénico”. En este segundo texto analizo los referidos al informe FAO/OMS-2004, y los contenidos en el comunicado de prensa CASAFE-CIAFA de 2009.
1. El comunicado de prensa corporativo
El comunicado de prensa titulado “Acerca de la seguridad de los Agroquímicos”1, emitido en forma conjunta por la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) y la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA), expresa:
El Informe de la FAO/OMS2
De acuerdo al Informe publicado por la Reunión Conjunta FAO/OMS (Meeting of the FAO Panel of Experts on Pesticide Residues, JMPR), el Glifosato:
- posee baja toxicidad aguda
- no es genotóxico (no provoca daños ni cambios en el material genético)
- no es cancerígeno
- no es teratogénico (no afecta el normal desarrollo embrionario, no provoca malformaciones)
- no es neurotóxico (no afecta el sistema nervioso)
- no tiene efectos sobre la reproducción
Estas afirmaciones fueron reproducidas muchísimas veces por diferentes personas físicas y jurídicas que promueven el sistema sojero transgénico. Como están bastante alejadas de las consecuencias que estamos padeciendo en América Latina en general y en Argentina en particular, esta segunda parte del análisis del “Discurso sojero transgénico” propone investigar qué es lo que realmente dice el informe y quiénes son los expertos que conforman esos grupos, cómo son elegidos y tener una idea de qué es lo que piensan.
2. El informe FAO/OMS 2004 no es científico
Lo primero que hay que señalar es que no se trata de un informe científico, y mucho menos de un informe serio, tal como les gusta decir a muchos de los promotores del discurso transgénico. La expresión “no son informes serios” es utilizada pomposamente, impostando la voz, cuando se refieren a los estudios de investigadores independientes que muestran las asociaciones entre pesticidas y daños a la salud y muerte; y está contenida también en el comunicado de prensa que estamos comentando, que por supuesto tampoco es serio.
No se trata de un informe científico ni serio porque no puede ser sometido a crítica de pares. En sus 383 páginas no referencia las conclusiones a las que llega, es decir, no dice en qué trabajos se basa para sacar las conclusiones, por lo que no se puede saber cuáles considera y cuáles no. Esto implica que se ignora si las conclusiones a las que llega están razonablemente sustentadas por investigaciones, quiénes las hicieron, qué metodología utilizaron, y si tenían o no independencia de criterio.
En la introducción reconoce que:
“La mayoría de los resúmenes y las evaluaciones contenidas en este informe se basan en trabajos no publicados de propiedad privada presentados al Comité para hacer las evaluaciones.”
Este párrafo muestra que los expertos reunidos en el Comité reconocen explícitamente que los trabajos sobre los que se basan las evaluaciones no son públicos; muy probablemente sean “propiedad privada” de las empresas que producen y comercializan estos productos, o estén vinculadas a ellas; lo que no puede saberse debido a que, precisamente, los trabajos no son citados.
Esto mismo hace que el informe de la FAO/OMS no sea un trabajo científico, y que el comunicado de las corporaciones empresarias no sea serio.
2. 1. Lo que dice el Informe FAO/OMS 2004 del glifosato
Al margen de las severas limitaciones indicadas, el Informe FAO/OMS que estamos analizando dice otras cosas que están ocultas o tergiversadas en el comunicado de prensa CASAFE-CIAFA. Por ejemplo:
- Es poco probable que el Glifosato sea genotóxico, lo que es completamente diferente a decir que no es genotóxico.
- La baja toxicidad aguda a la que se refiere el comunicado de prensa es en realidad la baja toxicidad letal aguda (DL50), es decir, la dosis que mata en corto tiempo al 50% de la muestra analizada. No se refiere a la toxicidad aguda en general, que es la que produce el daño en el corto plazo; ni a la toxicidad crónica que es la que se produce por padecimiento de dosis repetidas o cuando el daño aparece en el mediano y largo plazo.
- El glifosato produce “irritación de moderada a severa de los ojos con opacidad corneal irreversible”, lo que no es señalado en el comunicado conjunto.
- Se han reportado casos de irritación a la piel, ojos y vías respiratorias en aplicadores de glifosato. Tampoco es señalado.
- Se han reportado casos de intoxicación aguda por ingestión accidental o intencional de glifosato, lo que tampoco es señalado.
Ese tipo de argumentaciones, que muestran los daños que supuestamente no hacen los pesticidas y ocultan los daños que sí generan, son los que esgrime el discurso sojero transgénico cuando defiende el uso de esos productos. Y los defiende de esa manera porque no puede hacerlo de otra.
El informe FAO/OMS 2004 no señala ningún estudio de afectación a la población en general ni comenta sobre estudios epidemiológicos, lo que significa que no fueron considerados por el Comité.
3. La cadena de ocultación de los daños. La dilución de la responsabilidad
El encadenamiento de los eslabones del discurso que oculta los daños que producen los pesticidas se construye más o menos así:
- Dos agencias internacionales, la FAO y la OMS, convocan a dos paneles de expertos, y conforman un comité. La metodología de selección de los expertos es desconocida, ya que ‑como veremos‑ no se cumple con las recomendaciones de estas mismas instituciones. Se desconoce cuáles son las representatividades territorial y social consideradas, así como las vinculaciones comerciales de los elegidos. El listado sólo hace referencia a los datos académicos, lo que ‑como todos ya sabemos‑ no significa que se privilegiará el cuidado de la salud de la población por encima del cuidado de los negocios concentrados.
- Ese comité realiza un informe basado principalmente en estudios de propiedad privada sobre la toxicidad de los plaguicidas, de los que no dan a conocer ni su contenido ni su origen, metodología, autoría y financiación, por lo que no pueden ser sometidos a críticas de pares.
- Así, no se dice en cuáles estudios se basan las conclusiones a las que llegan en el informe; en lenguaje científico se dice que las conclusiones no están referenciadas. Este es el motivo por el que el informe no puede ser considerado un estudio científico.
- Las pocas conclusiones que señalan y alertan sobre los riesgos son ocultadas, no informadas o tergiversadas por las organizaciones corporativas de las empresas privadas que producen y comercializan los pesticidas.
- Finalmente, esas tergiversaciones y ocultamientos son ampliamente difundidos por varias personas físicas y jurídicas en numerosos escritos, que a su vez son reproducidos por diversos medios. Luego son utilizadas por profesionales al servicio de esas corporaciones que elaboran un discurso con el que presionan a las instituciones para lograr la aprobación de normativas locales y provinciales que ponen en riesgo la salud de la población.
4. Los integrantes del Comité de Expertos
Otra publicación de la FAO (2003) “Garantía de la Inocuidad y Calidad de los Alimentos”3, en su Anexo 7 describe “...los nuevos procedimientos para la identificación y selección de expertos integrantes de las consultas y grupos de expertos de la FAO/OMS” adoptados en el año 2000. (Ver ANEXO). El punto 4 dice que “La Secretaría selecciona a personas incluidas en la lista para que intervengan en una reunión de expertos determinada teniendo en cuenta criterios preestablecidos...”, en particular:
- el programa de la reunión,
- la representación geográfica y
- la representación de diferentes escuelas de pensamiento.
4.1. Representación de los integrantes del Comité de Expertos
4.1.1. Representación geográfica
Los expertos que estuvieron discutiendo y elaborando el informe tienen la siguiente representatividad territorial:
- Por Europa: 23 (Alemania 3; Países Bajos 3; Bulgaria 1; Italia 5; Reino Unido 5; Suecia 1; Francia 2; Hungría 1; Suiza 2).
- Por Oceanía 5 (Australia 4; Nueva Zelanda 1).
- Por Asia 4 (Japón 3; China 1).
- Por EEUU 3.
- Por India 1.
- Por América Latina 1.
- Por África 0.
Evidentemente no se trata de una representación territorial proporcional por población, por superficie ni por producción de alimentos. Es decir, no se sabe cuál es el criterio de representación geográfica que se sigue ni cómo se determinó ese criterio.
4.1.2 Representación de las diferentes escuelas de pensamiento
La única representante por América Latina, la Dra. Eloisa Dutra Caldas, de Brasil, podrá hacer muchas cosas, pero con seguridad no puede representar a todas las diferentes escuelas de pensamiento presentes en América Latina, por lo que tampoco se sabe cuál es el criterio con que se determina esta representación.
Cabe preguntar: ¿Cuál es el pensamiento de la única representante latinoamericana? La nota “El Lado Oscuro de la Comida”4, publicada en Brasil en diciembre de 2010 nos da una idea:
En junio pasado, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria publicó su informe anual sobre la presencia de residuos de plaguicidas en frutas, verduras y granos que consume Brasil. De las 3.130 muestras de 20 cultivos alimentarios estudiados por la agencia en 2009, el 29% mostró algunas irregularidades. Pero eso no debe ser motivo de pánico. "El hecho de que un alimento presente residuos de pesticidas más allá del límite establecido no indica necesariamente riesgo para la salud", dice la toxicóloga Eloisa Caldas, de la Universidad de Brasilia. El punto, dice, es evitar una dieta monótona. Cuanto más variada la dieta, menos posibilidades tienes de comer el mismo plaguicida. Lo que reduce el riesgo de intoxicación.
En lugar de exigir mayores controles por parte del Estado y el cumplimiento de las normas por parte de los productores para proteger la salud de la población, traslada la responsabilidad de la intoxicación o no intoxicación a los consumidores de manera individual.
Ese pensamiento es un paradigma del liberalismo de mercado llevado al cuidado de la salud. No representa a las diversas escuelas de pensamiento vinculadas a la agroecología, la vía campesina ni la agricultura familiar; tampoco a la escuela de pensamiento que busca la articulación entre ellas y con la economía solidaria.
Estas escuelas de pensamiento deben estar presentes en los ámbitos donde se elaboran evaluaciones e informes que impactarán en los sistemas agroalimentarios en todo el mundo; también en nuestro continente, en nuestro país, en nuestra población, en nuestra cultura.
Con la tecnología de Blogger.